Esta semana volvemos a exponer otra de las actitudes imprescindibles como emprendedor: la perseverancia. Si antes de arrancar tu propio proyecto preguntaste a otros emprendedores, quizá hayas oído hablar de la "montaña rusa del emprendedor". Ratifico la expresión. Es una realidad y estos altibajos no desaparecerán nunca, por mucho que pasen los años. El aprendizaje y los buenos hábitos te ayudarán a convivir con este complejo e inestable mundo.
En cualquier proyecto que emprendas, tus propias emociones y tu motivación pasarán por:
- Momentos de máximo nivel. Te sentirás eufórico y tendrás ganas de conquistar el mundo.
- En contraste con: momentos complejos. Tendrás ganas de abandonar el proyecto. Te sentirás tentado por la "comodidad" de tener una nómina a final de mes y no preocuparte de cómo obtener tus ingresos, gestionar los impuestos, etc. A pesar de ser una falsa sensación de "seguridad", en ocasiones resultará tentadora.
- Obstáculos y problemas.
- En contraste con: logros e hitos superados.
No te sientas mal por balancearte entre cada uno de estos estremos. Es normal. De ahí la analogía con la montaña rusa. Y no te ilusiones con un futuro de seguridad en el que la inestabilidad desaparezca. La mayoría de los emprendedores deben luchar muchos años con esta sensación de inestabilidad. Utiliza todas tus herramientas para lograr enfocar tus objetivos.
Perseverancia, clave para alcanzar tus objetivos a largo plazo
Como expliqué anteriormente, los objetivos más gratificantes suelen ser los que se logran en el largo plazo. Aunque parezca obvio, para alcanzarlos primero deberás atravesar el corto y medio plazo. Por tanto, sin perseverancia, las ganas de abandonar serán muy fuertes en ciertos momentos y no podrás beneficiarte de estos importantes logros que están por llegar. Si necesitas un aliciente que te ayude a superar los momentos complejos: piensa siempre en tu objetivo en el proyecto (¿qué quieres lograr?). Normalmente, si el objetivo merece la pena te ayudará a superar grandes obstáculos. Por el contrario, si tu objetivo no es sólido y no crees suficientemente en poder alcanzarlo, será muy dificil que lo alcances.
Confianza en ti mismo: otro ingrediente para potenciar la perseverancia
La perseverancia se refuerza con la confianza. Si no crees en ti mismo y en tus cualidades para realizar tu trabajo, acabarás abandonando y sufriendo el famoso síndrome del impostor. Acabarás preguntándote constantemente si estas preparado para realizar tu proyecto. Cultiva la confianza en ti mismo y saldrás reforzado en tu proyecto. Siempre podrás mejorar si continúas aprendiendo día a día, pero si estás confiado en tus posibilidades, reducirás la tentación de abandonar y serás más perseverante en lograr tu objetivo final.
Cambia y pivota tu proyecto
Parece elemental, pero tienes que entender claramente cuales son tus objetivos. Si te ayuda, anótate estos objetivos y revísalos periódicamente. Sin embargo, la perseverancia no supone que tengas que mantener el rumbo fijo. Deberás adaptarlo a las circunstancias. Durante tu proyecto deberás medir cada indicador (KPI) para realizar pequeños cambios corrigiendo el rumbo. Sin este proceso de mejora, será más dificil llegar a tu destino. Si encuentas un obstáculo en el camino, conviene rodearlo. Además, el día a día y la influencia de terceros puede distorsional el rumbo alejándote del objetivo. Si no realizas revisiones periódicas, puedes alejarte progresivamente sin darte cuenta.
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