Últimamente encuentro muchas falsas creencias sobre el idílico emprendedor que gana dinero viajando por el mundo, con un portátil y una mochila. Muchas historias de emprendedores felices visitando nuevos lugares de forma relajada. Sí creo que es posible viajar siendo emprendedor, pero las experiencias que conozco de primera mano tienen un denominador común: es muy complicado desconectar totalmente de tus negocios.
Evidentemente, si eres emprendedor online tendrás más facilidades para viajar, puesto que puedes controlar tu negocio con un portátil y una buena conexión a Internet. Si gestionas bien estos dos recursos, todo lo demás es complementario. Pero será complicado abandonar tus responsabilidades durante largos periodos de tiempo. Desde hace años, busco la razón de esta dificultad para desconectar totalmente. Gran parte del problema está en la infoxicación. Una realidad hiperconectada genera constantes distracciones que ocultarán la realidad que podrías ver si levantas la mirada de tu smartphone.
Otra de las razones es más compleja de comprender. Yo tardé mucho tiempo en asimilarla. Ojalá tengas la suerte de trabajar en tu propio proyecto, y que además tu trabajo te apasione. Si es así, enhorabuena, porque reducirás al abismo que otras personas encuentran entre trabajo y felicidad. No obstante, ten cuidado. Esta situación puede generar adicción al trabajo. Esta adicción es normal, no tienes que luchar necesariamente contra ella. Pero intenta mantener un equilibrio con tu vida personal y familiar. Tu propio equilibrio emocional dependerá de esta importante ecuación. Si logras mantener estable esta situación, serás más productivo, te sentirás más inspirado y podrás desarrollar tu talento.
Ni siquiera estás obligado a viajar siendo emprendedor. Hay gente que detesta viajar. Si eres capar de cargar las pilas con otras actividades, también podrás mantener un equilibro. Aunque te guste tu trabajo y el negocio funcione, es normal sentirse saturado cuando dedicas muchas horas al día a una actividad. En estos momentos, serás más sensible a la "montaña rusa del emprendedor" y dejarás de pensar con claridad. Si te sucede esto, normalmente es síntoma de cansancio. Necesitas cargar pilas.
Cuando llega este momento, personalmente prefiero salir de la rutina un tiempo. Ni siquiera es necesario viajar muy lejos. De hecho, es aconsejable realizar pequeñas salidas de tu rutina diaria o semanalmente.
Un homenaje a Polonia
Hace varias semanas realicé el primer homenaje en el Blog. Fue dirigido a mi padre y a su legado como emprendedor. También escribí en Diciembre un artículo sobre el evento de Joan Boluda, que podría considerarse un homenaje a este experto en Marketing Online. Estoy preparando nuevos homenajes próximamente, pero esta vez os quiero hablar del lugar que más visito fuera de mi Cantabria natal. De hecho, ya lo considero también mi hogar.
Hace casi 13 años conocí a una chica en Santander. Completaba sus estudios de filología hispánica con una beca de verano en la Universidad de Cantabria. Poco tiempo después comenzamos a salir y en menos de dos años nos casamos. Antes de esto, cuando apenas habían pasado 3 meses desde que nos conocimos, me invitó a conocer su país natal (y la ciudad donde nació y vivía con su familia). Tengo que decir que apenas conocía detalles de Polonia.
Desde luego, el amor mueve montañas. Menos mal, pues en aquel mes de Noviembre conocí por primera vez Polonia. Control de pasaporte para entrar (algo que desapareció años después) y un frío que jamás había sentido. Aquel mes de Noviembre fue gélido. Un espectacular paisaje blanco cubría las vías del tranvía, principal medio de transporte público de la cuidad de Poznan, capital de la región de Wielkopolska (traducida literalmente como "la gran Polonia").
Viajar también es enriquecerse como persona conociendo otras realidades
Después de todos estos años puedo asegurar de que hay algo que siempre me ha impresionado de Polonia: las hospitalidad y solidaridad de la gente. La que hoy en día es mi familia política me abrió entonces la puerta de su casa y de su corazón. Polonia ha sido un país que ha sufrido lo peor de la historia de Europa. Perseguidos constantemente. Luchadores y supervivientes. Generalmente educados y amistosos. Profundamente católicos. Desde aquel Noviembre he visitado algunas otras ciudades como Warsow (Varsovia), Krakow (Cracovia), Gdansk, Wroclaw (Breslavia) o Gliwice. Un país con lugares fantásticos, muy recomendable para hacer turismo. Ha gozado de un gran sistema educativo público, aunque actualmente vive un extraño momento político con la extrema derecha en el poder. Sabéis que no me gusta hablar de política, no le encuentro valor. Pero sí detecto un descontento creciente ante las controvertidas decisiones del partido en el poder.
Desde entonces, viajamos entre 2 y 3 veces al año a este gran país. Nuestro hijo habla polaco fluido con tan sólo 4 años. Espero poder hablarlo algún día de forma fluida (aunque mi constante falta de tiempo me lo impide, al menos por el momento). Es un placer sentirse como en casa aquí. Estas experiencias me han convencido de que en realidad todos somos simplemente ciudadanos del mundo. Nacimos circunstancialmente en un país. Adoro España y Cantabria, pero creo que todos podemos hallar nuestro hogar en otro lugar.