Si tu mensaje no es coherente, nadie te creerá. Encontrarás resistencia cuando dices una cosa y haces otra distinta. Y, por supuesto, nadie te seguirá. Cuando mires alrededor, verás un equipo que no rema en la misma dirección, porque ni entienden ni creen en tu propósito. Si tu mensaje y tu forma de actuar encajan, será más fácil que todo el equipo comparta esta visión.
Hoy, más que nunca, debes comunicar abierta y honestamente tu propósito y los valores con los que te identificas. Lejos quedó la vieja táctica de ocultar información para acaparar poder. Si eres claro, atraerás profesionales más alineados contigo.